Este mercado gastronómico es un gran ejemplo de como un terreno con características complejas con un fondo largo y un frente muy angosto también puede resultar en un espacio agradable gracias al diseño. Tomando como concepto un tren y simulando cada local como un vagón de carga de doble altura nos dio la posibilidad de generar una línea de establecimientos comerciales que permitía con las dimensiones existentes el planteamiento de un área lineal de comensales semi abierta que fuera suficiente para los establecimientos y agradable para los usuarios. El concepto de terminal de trenes nos permitió explorar una paleta de materiales con el uso de metal y madera que generan una gran experiencia para los comensales.